
El adiestramiento de un perro no es lo mismo que su educación. Pero ambas acciones están muy relacionadas.
Educar a la mascota significa por ejemplo, enseñarle que haga sus necesidades en un lugar adecuado, que no robe cosas de la mesa o de la cocina, que no muerda objetos de la casa, que no se suba encima de la gente para saludar, que no rasque la puerta, o que no ladre continuamente.
Adiestrar es conseguir que el perro aprenda determinadas conductas y habilidades: con una serie de órdenes, un poco de paciencia y una actitud positiva, podemos condicionar a la mascota a efectuar unos pocos ejercicios que nos ayudarán a crear un mejor vínculo con el animal.
¿Y qué tienen que ver la educación con el adiestramiento?
Pues que en muchos aspectos de la educación del perro el adiestramiento es, aunque no indispensable, si muy importante.
Por ejemplo: para educar al perro a que no pida en la mesa, podemos enseñarle a que en el momento en que estamos comiendo, se mantenga tumbado en un rincón, obedeciendo una orden; para evitar que se suba encima de la gente para saludar, lo educaríamos a que a la voz de “SIÉNTATE” se espere sentado a que le saluden a él. Y así con otros problemas de conducta que pueda manifestar el can en la convivencia diaria.
VENTAJAS DEL ADIESTRAMIENTO
Las ventajas de adiestrar al perro son muchísimas. Pero hay que hacerlo bien. Aunque no es difícil, hay que tener mucha paciencia, un gran control de nuestros actos y conocer perfectamente la forma de comunicación canina.
Por eso es una buena idea contar con la ayuda de un profesional del comportamiento canino como RONCESCAN, grandes profesionales con muchos años de trayectoria y especialistas en múltiples disciplinas de adiestramiento.
Los buenos adiestradores, además de conocer todas las técnicas necesarias para conseguir que el perro ejecute las acciones deseadas, tienen un control absoluto de cómo y cuándo dar la orden, saben ayudarse de gestos, cuando hay que premiar o no al perro, y en qué momento acabar la sesión de trabajo. Además conocen perfectamente el lenguaje canino y pueden comunicarse perfectamente con el animal.
El adiestramiento de un perro es muy importante para la convivencia en la vida diaria. No es agradable intentar pasear con nuestra mascota mientras tira continuamente de la correa, ni estar sufriendo para que no moleste a la gente mientras entramos en una tienda a comprar algo y lo dejamos fuera. Y qué decir del perro que soltamos y tardamos una eternidad en cogerlo para volver a casa porque no acude a la llamada.
Enseñar al perro a efectuar una serie de conductas deseadas consigue también la posibilidad de establecer un código de comunicación que él puede entender. Con cuatro órdenes básicas podemos “explicar” a nuestra mascota qué es lo que queremos de ella: que acuda cuando le llamamos, que se siente, que se tumbe, que camine a nuestro lado, o que deje de hacer algo que esté haciendo porque no es adecuado.
EJERCICIOS BÁSICOS
A cualquier perro se le puede adiestrar a que deje de ladrar cuando le digamos, o al contrario, que ladre a una orden; a que vaya a buscar un objeto que le lanzamos y traerlo; a que de vueltas, que salte, que nos de la patita, que se ponga a dos patas, etc.
La mascota puede aprender a ejecutar numerosos ejercicios pero hay cuatro que son básicos para su adaptación a nuestra sociedad:
- Acudir a la llamada.
- Caminar a nuestro costado.
- Sentarse.
- Tumbarse.
El aprendizaje de estos cuatro ejercicios y la enseñanza de dos voces más -una palabra de liberación de la orden y el comando “NO” (para que deje de hacer lo que esté haciendo), permitirá tener un control importante sobre el perro.
Esto no significa que el animal deba estar siempre bajo órdenes. La realización de estas conductas por parte del perro, con el tiempo, condicionará a éste a manifestar los comportamientos aprendidos sin necesidad de una orden. El perro las suele hacer porqué sencillamente le sale bien hacerlas.
Para adiestrar a un perro correctamente es necesario que exista un vínculo y una relación de confianza entre nosotros y el can y, a su vez, el adiestramiento nos permite crear un código de comunicación con el animal que consigue que nuestra relación con él sea aún más gratificante.
